“Nadie sabe mejor que tú, sabio Kublai, que no se debe confundir nunca la ciudad con el discurso que la describe y sin embargo entre la una y el otro hay una relación“. Italo Calvino. Las ciudades invisibles.
Es importante referenciar el trabajo de Beatriz Jaramillo como uno de los exponentes más claros de la tendencia que se perfila por articular la elaboración simbólica a partir de los fenómenos o datos que se inscriben en el amplio marco de lo que ha llamado “cultura popular”. En mayor o menor medida son varios artistas que actúan sobre aspectos de la sedimentación cultural que es propia de una realidad tan híbrida como la nuestra, caracterizada por la presencia simultánea de diferentes culturas y la coexistencia de temporalidades muy distintas.
Para algunos artistas, lo popular está continuamente presente y extractan datos d ela iconografía informativa mediatizada por los “mass-media”. Para otros es una realidad conservada en el tiempo y parten por ejemplo d ela imageniería religiosa; para otros más, un pasado perdido en la historia y lo asumen con actitud investigativa hacia la reconstrucción de imaginarias arqueologías pre-industriales. Otros reelaboran a partir d elo artesanal como código cultural.
La presencia plática de Beatriz Jaramillo irrumpe en el ámbito nacional en 1980, cuando obtiene el primer premio en el XXVIII Salón de Artes Visuales con una secuencia de “48 diapositivas con referencia al color de los elementos de aruitecturas locales”. En este vento se resaltan tanto el ámbito original d ela producción, como la utilización de soportes nuevos para la época. La crítica habla de un “texto visual no reducible a términos sociológicos o lingüísticos”.
Olga Cecilia Guzmán. Profesora Artes Plásticas Universidad Nacional, Medellín.